ASOMBRO

VESTIDO de asombro deambulo la acera brutal de tus prendas, buscando sosiego en la pétrea tersura, en el margen  perpetuo que habita en tus ríos.

Mi sed verdadera se nutre del verbo carnal que tu mano sostiene, del pliegue tangente que esgrimen tus labios. 

Mi sed verdadera de besos y abrazos, se nutre y aplaca  con bellos desplantes que cuelgan del techo.

Mi sed verdadera de luz y trasiego, se nutre al comerte la piel en la sombra y olerte hasta el fin las miradas perdidas.

Vestido de asombro, camino subiendo tus piernas de trigo, hasta el firmamento implacable de un torso, donde desgranar mi razón por completo.

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