EL PÁJARO DE LA NOCHE

En los dedos de la noche
presiento el tacto del cosmos
el roce de los cuerpos
la implacable entrega del amor
en sus actos diminutos.
A veces vuelvo a ser niño
como cuando antes te veía
y me enamoro del cielo
y me detengo ante el aire
que me contiene en sus notas
y en el silencio perpétuo.
A veces vuelvo a ser hombre
y me desprendo del todo
y me enarbolo de estrellas
que son el cuerpo del sueño
que escucho toda la noche.

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