RECURRENCIAS

¿Y quién aportará ahora el remolino primordial de tu abrazo, la sombra lunar de tu esencia latente en las paredes vacías, en el umbral sesgado a los magnolios?
En un rincón anidaron los adverbios que se quedaron esperándote, queriendo ver la devoción de tu estatura, la metamorfosis de tus brazos, y el vientre lleno, repleto de alas de gorriones.
Hay un pájaro cautivo rebotando en la caja del tórax. Hay un abrazo que ya no arbolaremos. Hay un mar inmenso que se ll
eva las frases del cielo algunas noches; esas en las que aprieto los dientes, y lloro sin consuelo.


Comentarios

  1. No es fácil transformar el dolor en algo hermoso. En este texto, lo has conseguido.

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